España es el tercer país con más ciberataques del mundo, con una media de 4.000 diarios, tan sólo por detrás de EE UU y Gran Bretaña. Se trata de un perjuicio grave para las empresas en términos económicos, pero también reputacionales.
Un ataque cibernético puede ocasionar unas pérdidas económicas devastadoras: costes de notificación, contratación de expertos que mitiguen el daño, servicios de control de identidad, gastos de investigación, reclamaciones de terceros, y pérdida de imagen y beneficios. Por ello, responder de forma rápida es fundamental.
Fuente: larazon.es
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